Page 9 - Revista 40 años UEES
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UNIVERSIDAD EVANGÉLICA DE EL SALVADORNIVERSIDAD EVANGÉLICA DE EL SALVADOR
formación profesional, cuyos excedentes serían mayoría de los casos, al vencimiento del plazo,
siempre invertidos en mejorar las condiciones donaron los fondos prestados. O bien, obtenien-
del servicio educativo. do comodatos gratuitos por inmuebles, que nos
permitió ahorrar alquileres, o créditos blandos
3 “Él te humilló y te hizo sufrir hambre, para equipamiento y recursos para la ense-
pero te sustentó con maná, comida que ñanza, de proveedores que simpatizaron con el
tú no conocías ni tus padres habían co- proyecto de la universidad naciente, o mediante
nocido jamás. Lo hizo para enseñarte intervenciones milagrosas de Dios, como la ob-
que no solo de pan vivirá el hombre, sino tención de donaciones de instituciones como el
que el hombre vivirá de toda palabra que Centro de Investigación de Enfermedades Tro-
sale de la boca del SEÑOR. picales de América Central, (CIETAC) de Atlanta
con un donativo de mobiliario y equipo para los
Así que no solo nos afligió y nos probó, nos hizo laboratorios de Medicina; la AID que nos donó
pasar “hambre”. Déjenme decirles por mi propia fondos por cerca de 250,000.00, colones, que
experiencia y creo que algunos de los que inicia- en esos tiempos eran una fortuna, para equipa-
ron este proyecto lo podrán confirmar, debimos miento de varias facultades; una Asociación de
pasar ingentes necesidades de recursos finan- Odontólogos en Estados Unidos, que nos donó
cieros, los que fueron escasos o inexistentes, ya equipo odontológico usado, cuando más urgen-
que la universidad no surgió como una sociedad te resultaba, por el inicio de las prácticas de los
con aportaciones de capitales, sino como una estudiantes en esa facultad.
Corporación sin fines de lucro, lo que implicó el Y si, nos mantuvimos aferrados a la promesa de que
haber iniciado el proyecto sin capital de trabajo no solo de pan (recursos económicos) viviríamos,
base y apenas con una ofrenda de diez mil colo- sino aferrados a la Palabra, que nunca hasta ahora,
nes, que el misionero Juan Bueno levantó en un ha dejado de ser central en nuestra universidad.
culto de la Iglesia de las Asambleas de Dios y de
los ingresos que generó el primer curso pre-uni-
versitario y apelando a créditos de muchos pro- 4 “Tu vestido nunca se ha envejecido so-
veedores de mobiliario y equipo que confiaron bre ti, ni tu pie se te ha hinchado en estos
en el proyecto, cuando los cálculos iniciales re- cuarenta años.
querían cientos de miles de colones, o que los
miembros del Directorio tuvieran que solicitar No se gastó nuestra ropa ni se nos hincharon
préstamos personales al banco para apalancar nuestros pies…ciertamente seríamos los más
la tesorería, o tener que iniciar actividades aca- miserables seres humanos si no admitiéramos
démicas en auténticas “galeras” como aulas, que todo lo que podríamos identificar como ro-
pagando al personal sus salarios cuando se po- paje de la universidad, no hayan permanecido
día o pagando por abonos. intacto. Qué decir del testimonio cristiano, el
que siempre hemos mantenido en alto, el nom-
Pero Dios nos sustentó con “maná”, prove- bre de universidad evangélica, que no ha dado
yéndonos formas de solución novedosas a los lugar a señalamiento o crítica, la credibilidad, el
problemas que nos aquejaron, como la idea de buen nombre, el respeto y aprecio, el ser toma-
emitir “certificados de depósito”, que fueron co- dos seriamente en cuenta por nuestros princi-
locados entre personas e instituciones, incluso pios y valores y un largo etcétera.
fuera del país, que facilitaron recursos frescos
para la economía de la universidad y que en la
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