Page 8 - Revista 40 años UEES
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Ahora al recorrer la historia de nuestra expe- Dios proveyó, en unos dramáticos pocos días,
riencia, durante estos cuarenta años, me gus- milagrosamente, el local de Palo Alto, frente al
taría utilizar nuevamente la del pueblo de Israel, Estadio Flor Blanca. O cuando ya encaminado
parafraseando el capítulo 8 de Deuteronomio: el proyecto de construcción de nuestro campus,
en el que a esas fechas solo habíamos efectua-
2 Y te acordarás de todo el camino por do trabajos de terracería, la empresa a la que
donde te ha traído Jehová tú Dios estos vendimos el inmueble de la 63 Av. Sur, por el
cuarenta años en el desierto, para afligir- Salvador del Mundo, en que funcionaba nuestra
te, para probarte, para saber lo que había Facultad de Odontología y las oficinas adminis-
en tu corazón, si habías de guardar o no trativas, nos obligó a desalojarlo en 1996, debi-
sus mandamientos. do a que ya había iniciado su propio proyecto de
construcción y que requirió que como nómadas
Para aquellos que vimos nacer la universidad nos trasladáramos a varias casas e inmuebles
como un proyecto y para todos los que se su- en que funcionar provisionalmente sobre la 6ª y
maron en el camino, que aún sobreviven, la 10ª. C Pte.; O que decir cuando recién teníamos
institución que cobró vida no solo en los docu- apenas tres años de funcionar en nuestro cam-
mentos legales, sino materialmente en el año pus, después del enorme esfuerzo económico
1981; que la vimos surgir desde la nada, en las que conllevó la construcción, cuando solicita-
circunstancias difíciles de esos años, al inicio mos por primera vez la acreditación nacional,
de la guerra, que la vimos tambaleante mien- la Comisión Nacional respectiva, nos la rechazó
tras crecía, hasta llegar a ser lo que es hoy, no por considerar el factor de incertidumbre en la
podemos menos que “acordarnos” del camino viabilidad financiera de nuestro proyecto, pero
recorrido, muchas veces literalmente por el “de- que gracias a Dios, superados los obstáculos,
sierto”, por caminos difíciles y llenos de abrojos, finalmente la obtuviéramos en el año 2005.
espinas, de obstáculos y limitaciones, en los Así que ciertamente Dios nos afligió y nos probó
que en efecto fuimos “afligidos” y “probados”.
para saber que había en nuestro corazón, para
Otras versiones utilizan la palabra “humillarte” saber si habríamos de guardar o no sus man-
por “afligirte” y creo que es una palabra más damientos. Si habríamos de mantener nuestro
que apropiada, porque tiene que ver directa- compromiso de ser una Universidad Evangéli-
mente con nuestro carácter y personalidad, en ca, con los principios y valores que promulga-
la cual Dios tiene que quebrantar nuestro or- mos desde el principio; que daríamos testimo-
gullo, nuestros egos y nuestra autosuficiencia. nio de su fe. Que efectivamente no seríamos
Pero también nos puso a prueba, no solo en una universidad más, como las que surgieron
nuestro carácter, en nuestra integridad y fe, sino emergentemente en la década de los 80; que no
también materialmente, con dificultades incon- nos interesaba lo económico, rechazando des-
tables que sería largo enumerar, pero que po- de el inicio el mote de mercantilistas, con que
drían bastar unos pocos ejemplos, como cuan- se señalaba a las universidades nacientes; que
do debido a un juicio de desalojo, tuvimos que jamás veríamos el proyecto de la universidad
salir intempestivamente en 1989 del inmueble como negocio o la oportunidad de enriquecer-
en que funcionaba desde 1984 nuestra Facul- nos, sino que seríamos fieles a lo que nos pro-
tad de Medicina, en la 49 Av. Norte y Av. Roo- pusimos, de ser una institución no lucrativa, al
sevelt, sin tener un lugar al cual trasladarnos y servicio de la sociedad y de las necesidades de
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